Miles de ciudadanos se han sumado a una campaña para que el Gobierno británico ofrezca una disculpa oficial al matemático Alan Turing (1912-1954), que descifró los códigos de las transmisiones nazis durante la Segunda Guerra Mundial, y que se suicidó tras ser condenado por homosexual.

Turing lideró la investigación que descifró los códigos de la máquina Enigma, con la que las fuerzas del Tercer Reich ocultaban las comunicaciones sobre sus maniobras. La tarea de Turing y Bletchley Park fue decisiva para conseguir la derrota de las fuerzas del Eje en 1945.

En 1952 fue sometido a un proceso judicial bajo la ley de indecencia pública después de que admitiera haber mantenido una relación sexual con un hombre. El eminente matemático oxoniense fue sometido a castración química experimental y se le retiraron los privilegios oficiales, de manera que tuvo que dejar de trabajar para el Cuartel General de Comunicacions Gubernamentales (GCHQ, en sus siglas en inglés). Atormentado por el caso, dos años después Turing se suicidó al morder una manzana impregnada de cianuro.

La prueba de Turing



Precursor de la inteligencia artificial
Más adelante, en 1950, elaboró una prueba para determinar la inteligencia de una máquina, test que hoy se conoce como la prueba de Turing. Consiste en una conversación escrita entre un ser humano y un ordenador, sin ningún tema prefijado ni orientación por parte del operador del terminal. Para que el ordenador pueda aprobar, el ser humano no debe darse cuenta de que está hablando con una máquina.

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Publicado por Juan T. martes, 1 de septiembre de 2009

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